martes, febrero 20, 2007

HA SIDO UN PLACER

Fui un ángel. Fui la gran mujer que pensabas que llegaría a ser, pero nadie se dio por enterado. Me elevé, muchas veces, por encima del nivel que le está permitido a la humanidad elevarse y, al elevarme, rocé a los seres divinos con las yemas de los dedos, con la punta de mi lengua, casi los envuelvo con el manto de mi alma. Los seres divinos, que lo sepas, son vulgares e idiotas en realidad. Prefiero a la gente corriente.
Me concentré. Encontré mi sitio. Y me dispuse a pelear. Empecé la pelea con un puñado de palabras bien escogidas, un par de poses estudiadas y una certera intuición para tocar la tecla más adecuada a cada momento. Hice llorar, reír, cantar. Supe dejar el final de cada frase lo suficientemente alto como para ganarme unos puntos suspensivos magníficos, que hoy atesoro como un trofeo.
Llegué a ese momento sublime en que una mujer se pone frente al espejo y se encuentra mirando algo familiar, aunque no del todo conocido, al que sería capaz de admirar.
Pero, y esto es lo gracioso, me he pegado un hostión tremendo en esta vida.
Quedan de mí estos despojos que me atraen tiernamente. Me gustaría escribir algo bonito para mi abuela. Pero nada se me ocurre.

Yaya: ha sido un placer.

No hay comentarios: