Y yo no sé por qué extraña razón sigo llevando tanta tristeza en los bolsillos de la que no puedo o no sé desprenderme. Una tristeza sin motivo. Una tristeza honda y sin por qués. Una tristeza sin más, hecha de agua y sal para sanar heridas, y sin hilos o hebras para cuando quieres cerrarlas-coserlas para siempre. Una tristeza tonta y huérfana y que no siento ni mía ni prestada. Pero una tristeza que está ahí y que me conmueve y que cuando menos quiero me sube al labio y me lo hiere, entra por mi nariz y sube para arriba. Me desdibuja la sonrisa y las palabras. Una tristeza que me confunde y me equivoca. Una tristeza veraniega que se pone triste cuando los dias empiezan a acortase, y se se sienta a mi lado y me mira y me acaba poniendo flores en el pelo, tristeza ¿tu eres tonta?.
La tristeza me quiere y me persigue. La tristeza pobre y despechada que se resiste a creer que no la quiera.
La tristeza que asumo y que soporto.La tristeza que no sé por qué extraña razón sigo llevando en los bolsillos.
miércoles, junio 27, 2007
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2 comentarios:
¿Has probado a vaciar tus bolsillos?
A mí esto me parece una salsa agridulce sin ningún sentido.
Y ahora quisiera besarte tus mejillas sonrojadas.
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