jueves, diciembre 18, 2008

INVIRTIENDO EN SENCILLEZ 2


Como cuando recibes un regalo que no esperabas.

Como cuando recibes una postal o carta manuscrita en tu buzón de alguien a quien quieres.

Como cuando te sale bien esa comida que es la primera vez que haces, y ves la sorpresa en la cara de los demás.

Como cuando resuelves un sudoku, de los difíciles, sin ayuda de nadie.

Como cuando en la radio suena exactamente la canción que querías oír.

Como cuando arrancas el motor del coche para ir a esos sitios a los que te encanta ir.

Como cuando le enseñas algo que te apasiona a alguien, y le gusta más que a ti misma.

Como cuando descubres que esa canción inédita que nadie conoce, también se la sabe de memoria y la podéis cantar juntos a gritos.

Como cuando descubres lo gracioso que es que te imiten, porque resulta que tu también tienes gestos solo tuyos en el mundo mundial.

Como cuando descubres que ser un desastre espantoso, te da una libertad increíble.

Como cuando te viene a la memoria la respuesta exacta que se necesita en una conversación para dejar al otro sin argumentos y solo le queda abrazarte fuerte y te sientes la persona más importante sobre la tierra.

Como cuando te duermes con las palabras: lo estas haciendo muy bien, aunque no sea del todo cierto.

miércoles, diciembre 03, 2008

SENCILLEZ


Es temprano, la luz del sol aun no se ha decidido, y se ha quedado a dormir cinco minutos más conmigo. Esta mañana todo tiene un aire enrarecido, lento, nada va como todos los días. Mi cuerpo no responde al despertador, mis ojos no quieren ver nada, y mis oídos se han aislado del mundo sumiéndome en el silencio del despertar. La mente no puede empezar y el programa “día laboral” no arranca en mi alma. Algo debe fallar, mis sentidos no se conectan a la unidad central.

Mi cuerpo empieza a moverse, pero tan lentamente que mis ojos no se abren, ni aun cuando mis pies cuelgan de la cama. Es raro pero no noto suelo en mis pies, ¿que debe de estar pasando?. Ya lo se. Estoy en el cielo.

No importa nada, porque tengo una sonrisa dibujada en la cara, no se exactamente porque, se me ha quedado dibujada desde hace un tiempo, y me acompaña en mi vida.
Es tiempo para la sencillez, para las pequeñas cosas, para los pequeños disfrutes. Porque no importa nada, tengo un privilegio, despertare en el cielo cada día.

Presiento que va a ser un día especial, como me viene pasando últimamente.
Invertir en sencillez, es estar en la gloria