EN MI ALMARIO

Demasiadas cosas que desearía haber dicho. Pero ahora es demasiado tarde, no vale la pena buscar culpables ni víctimas, hay que enseñarles a las palabras y a los recuerdos el camino para que se puedan ir. Son seres inútiles, no saben hacer nada por si solos, sólo permanecer. El problema es que están perdidas en la espiral del único tiempo que conocen: El mío, el único que yo tengo, que como el de todos, es limitado. Hay que dejar espacio en el armario de mi alma, y necesito una limpieza y una renovación. Todo parece muy fácil hasta que te plantas delante, te miras en la luna del almario que refleja tu imagen y decides abrir la puerta. Es cuando se escapa un aire frio que te pone todos los pelos de punta. Y cierras los ojos como protección a algo desconocido. No tengas miedo Eva! me digo, se valiente. Vacía tu alma de cosas viejas y obsoletas que ya no te sirven para nada! Me da pena desprenderme de ellas, pero ya no las necesito. Hay de todo, recuerdos de invierno y de verano y de muchas temporadas. Años 70, 80, 90 y del siglo 21, ¿por dónde empiezo joder? Seguiré el sistema LIFO, LAST IN FIRST OUT, así que empezare por el final, ¿Cómo no? A mí me gusta hacer las cosas al revés, es mi manera. Dejare para el final el espacio que ocupan mis primeros recuerdos. Mi primer amor, mi primer beso, mi primer desengaño, mi primera traición, mi primera borrachera, mi primer accidente, todo eso no me duele, me hace sentir bien. No pienso tocarlo, cada uno tiene un color vivo y fresco después de tantos años, que le dan luz y vida a mi almario. Busco un poco más abajo, mi primer trabajo, mi primer título, mi primer coche, mi primera vivienda, tampoco puedo sacarlas, le dan brillo a este almario tan desordenado. Sigo un poco más abajo mi reencuentro, mi aprendizaje, mi desconocimiento, y mi risa. Abro el ultimo cajón, el de abajo del todo, y allí esta, ya un poco viejo y desgastado: mi miedo. HOLA MUNDO!!! ESTA SOY YO!!!! No encuentro nada que tirar. Así que me sonrío, doy un paso atrás, y el conjunto de mi almario de repente me parece precioso. Es una explosión desordenada, de muchos colores, nuevos y pasados ya de moda, de mil olores diferentes y de mil tejidos distintos, pero desde aquí, unos pasos atrás, me parece el armario más bonito que he visto en mi vida. Me doy cuenta que es lo que a mí me gusta, así que doy un portazo y me voy, mañana volveré aun tengo espacio suficiente para poner muchas cosas.