jueves, enero 10, 2008

TRISTE DESPEDIDA


No me des más la brasa con tu melancólica. No finjas que me quieres ni un día más: vete.
No quieras darle la vuelta, ni aparecer como víctima, porque víctimas somos dos. No quieras forzar las cosas para que sea yo la que rompa. ¿Qué más da? ¿En qué alivia eso el dolor?
Has dejado de quererme, ya no soy parte de ti, entonces, ¿para qué quedar bien? ¿En qué mejora las cosas el que puedas decirle a los demás que fui yo la que lo hizo mal ?
Hazte un favor: vete. Y ya no vuelvas.
En realidad, me has echado de ti hace ya años. Y si lo piensas, si lo pienso, si un pájaro observara desde lo alto la escena completa, te lo diría con toda claridad: nunca me aceptaste del todo en tu vida.
No es que fueras alguien de quien presumir demasiado, la verdad, pero, ya lo sabes, a mí eso me da igual, no tengo que rendir cuentas, y cuando lo hago, generalmente es para posicionarme contracorriente, un rasgo estúpido, vale, pero mío. Así que yo te enseñaba con orgullo, te llevaba de la mano, te presentaba en todas partes sin complejos porque, tonta de mí, creía en lo nuestro.
En el verano del 2005, la vida me dividio en dos, dos Evas Distintas. Entonces la vida te puso a un lado de mi camino y no lo dudé: me eché a un lado de la carretera, me detuve, llené el depósito y (me hice la ilusión de que) te seduje.
Me diste cien gramos de satisfacción y kilo y medio de calamidades, pero en mi balanza vital optimista e imperturbable, las satisfacciones, tan mínimas, se convirtieron en toneladas de felicidad, ahora lo veo, fingida, que aplastaban las calamidades.
Hace más de dos años que te estás yendo y sin embargo, cuentas que soy yo la que se va, la que rompió la baraja. A pesar de todo, te he dejado la puerta abierta, porque de vez en cuando llamas a mi puerta, pero a ver si dentro de un año, sigues viniendo por aquí.
Me despido de mi yo anterior: EVA antes del verano del 2005, casi me has quitado la vida. De hecho, me has quitado la forma de vida como yo la conocía.
Yo hice lo mío. Cumplí con mi parte. Te quise y trabajé duro. Y tú te limitaste a dejarte querer y a largarte.
Vete Eva, por favor.
Y no vuelvas más. Nunca más.

2 comentarios:

lunha dijo...

Niña, relájate... son rachas, todos hemos pasado alguna vez, por alguna. Aunque la cosa se solucionaran mas pronto de lo que te imaginas.
Acuerdate, este año será el mejor.
Ánimo cariño!!!

Anónimo dijo...

Hola Tonta!!! No te asustes cariño, estoy dejando a mi yo anterior. Es una carta a mi misma que se depide de la Eva del "antes" de ya sabes que.Ya se que soy demasiado ambigua pero hay esta la gracia de este post!!!