viernes, julio 04, 2008

El sol ya no es el sol


Me hice un par de ojos nuevos y salí rumbo al noroeste. Primero fue mi piel, después fui yo. Les di color agua para poder ver con claridad, esta vez quería distinguir todos los colores, grabarlos en mi memoria, ponerles brillo, olor y color. No quería perderme nada. Dicen que con el color azul agua toda se ve mas claro.
Me plante en la primera puesta de sol, emocionada y dispuesta a dejarme impresionar, y así fue .Volví a ver la puesta de sol mas bonita de mi vida. Me puse nerviosa por ver de nuevo la luna llena, esa que había visto millones de veces, pero con mis ojos azul agua, aquella luna fue la más grande que había visto nunca. Me di prisa por esperar el sol de la mañana, y aunque la brisa era fresca y mi piel estaba erizada por el frío, el sol naciente me dejo impresionada, aceleró mis corazón, mis sentidos y mi respiración sin que pudiera hacer mucho por evitarlo, dándome calor.
Me senté en la primera piedra que encontré, y los campos me parecieron infinitos, en mil tonos verdes, las hojas brillaban, ¿de verdad han estado ahí todo este tiempo?
Ya no me gustaría ser mas alta, ni mas más baja, ni más callada, ni mas silenciosa, ya no quiero pensar dos veces lo que voy a decir, quiero palabras inevitables, irremediables, insostenibles, inexpresivas para decirlo todo sin hablar.
Porque ahora ya no quiero hablar. Ahora solo quiero abrir los ojos más grande aún, para ver todo a mi alrededor.

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