ME HE DIBUJADO UN ALMA

Ayer me dibuje un alma. Yo ya tenía una, pero se me había desdibujado un poco con tanto pasarle por encima. Como hacíamos en el colegio de pequeños, solo tuve que coger un rotulador negro y repasarle el contorno. Luego tocó el rellenarla de colores y busque mi caja de colores. Estaba exactamente donde la deje la última vez.
Cogí primero el color blanco para pintar mis virtudes, fui despacio, no quería salirme de raya. Acabe, pero el general se veía todo demasiado blanco, así que busque el color negro. Allí estaba más gastado que ningún otro color, le había sacado punta tantas veces, que comparado con los demás solo quedaba un trocito pequeño. Pinte de color negro mis defectos.
Me gusto, un negro sobre blanco, que resaltaba. Pero le faltaba algo de color.

Pinte de rosa la parte que pertenecía al amor, de azul la parte de mis deseos y de verde mis esperanzas. Como no, le di el toque de amarillo correspondiente a la amistad. Después cogí el color rojo, y le di un toque de confianza y la verdad es que no me quedo mal del todo. Al final, di un paso atrás para ver como quedaba todo desde lejos.

Si, podía valer! Esta mañana cuando me he levantado, me he sentido más guapa que nunca, vistiendo mi alma coloreada.